De todos los adornos de Navidad de este año, el que más me gusta es nuestro Belén.
Es pequeño, y no ocupa apenas espacio, pero me tiene fascinada, habéis visto que caritas.
Son tan dulces, tan pequeños, y vistos así parecen tan de cuento.
Antes hacíamos un Belén muy grande, pero poco a poco nos dimos cuenta que quedaba mejor más pequeño. Hace que todo parezca más dulce.
Me enternece pasar por delante de él, y mirar como duerme el niño Jesús bien arropado por la Virgen María y San José.
No os quiero contar lo contentas que están las niñas cuando lo ven. Se ponen el dedo en la boca y me dicen que el niño Jesús está durmiendo. Que ternura!
Feliz fin de semana!
Oh, sí que es bonito, sí. Por cierto, me gusta el muñeco de nieve que has puesto en la columna derecha.
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