Un montón de ropa, convertido en camisas.

De nuevo tengo un montón de ropa para planchar, no sé pero creo que es algo de familia, una de mis tías, también acumula la ropa para planchar.

Será porque no nos gusta planchar, será porque es una tarea aburrida, y cuando ves ese montón, te parece que nunca vas a verle el final. Sea por lo que sea, por mucho que me lo proponga nunca consigo ir planchando tal y como voy lavando.

 El caso es que cuando la cesta esta llena me decido a planchar, aunque no me gusta planchar, veo con mis hijas los dibujos de "Tarta de fresa" y eso me encanta!

Así que plancho acompañada de las niñas de "Tarta de fresa, tarta de ciruelas y tarta de limón que es mi preferida.

Saco mi maravillosa mini tabla de planchar y mientras seguimos con las andanzas de las tartitas, yo plancho y plancho, hasta que termino. Esta es mi tabla pequeñita de planchar, es estupenda porque si tienes una casa pequeña, todo debe ser mini, sobre todos si tienes que guardarlo. Solo me costó 3'99€!

Lo maravilloso es que cuando termino veo que el montón de trapos se ha convertido, en camisas, y las veo tan bonitas. Me siento tan feliz en ese momento por haber hecho un trabajo tan bien hecho!

Es como un minimilagro, un acto de amor y de magia!