El sábado fuimos como siempre a por nuestra ración de belleza natural, nada como unas flores para alegrarte el día. Encontramos estas rositas mini, con un color precioso, tan pequeñas y tan bellas.
Últimamente siempre me decido por ramos cortos, los tengo que poner en alto, a las niñas les fascina tocarlas, con lo que no durarían nada. Y claro un ramo demasiado alto encima de una vitrina no quedaría muy bien.
Estas minirosas, llenan el espacio, lo justo sin llamar demasiado la atención, pero cuando levantas la vista, están ahí.
Estoy deseando que las niñas crezcan, y comprendan lo frágiles que son las flores, para poder comprar ramos grandes. Tengo una mesa cerca de la ventana, y siempre me ha gustado poner un buen ramo, ahí. Dentro de poco lo volveré a hacer, de momento me conformo con enseñarles a mis hijas, a amar lo bello.
Os acordáis del ramo de la semana pasada, pues aún quedaban algunas clavelinas preciosas, así que no pude tirarlas. Encontré un vasito chiquitín, y las puse, han quedado maravillosas, a mis hijas las tiene fascinadas.
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