martes, 10 de mayo de 2011

Un pequeño cambio.

Hace poco que mis hijas han empezado a ser más libres de movimiento, comienzan a jugar y el sofá es para ellas una locura. Mi estupendo sofá Ektorp de Ikea desde que ellas danzan a sus anchas ha sufrido tanto.

Tengo guardada una funda blanca para el sofá, pero he llegado a la conclusión que es inútil intentar ponerla. Por eso tenía puesta esta funda, que no es lo más bonito del mundo, pero servía. Una de mis hijas siente debilidad por hacer agujeros, y además tiene una habilidad extraordinario. El resultado de esta terrible combinación es este que veis abajo.


Finalmente he tenido que comprar una nueva funda más sufridita, como decían nuestras abuelas, con lo que he odiado esa frase. Ahora la entiendo y la comparto. 


En realidad es una colcha de cama individual, pero solo me costó en una tienda Ecológica 10€ frente a los 50€ que valía un fular para sofá. Esta colcha cumple exactamente con lo  que necesito.


Además como ya os decía, necesito color en casa, me he cansado del blanco y el rosa es lo más para todas las chicas de casa, somos muy pink!


Podría prohibirles que se suban al sofá, pero ya tendrán tiempo de aprender que los sofás son para sentarse, dentro de nada irán al colegio, y en ese momento, les iremos enseñando a jugar de otro modo.


Me encantan los colores, son tan pink y tan alegres, le dan un toque de color. Ahora siento la necesidad de hacer un montón de cambios en la deco de casa, pero no están los tiempos para eso, me esperaré.


Estas fundas cuadrantes  las compré hace mucho tiempo, y ahora las he sacado de nuevo. Le van muy bien al nuevo fular. Dentro de nada volveré a cambiar la deco de la casa, pero esperaré a que ellas vayan al cole.

Feliz semana!

No hay comentarios:

Publicar un comentario